Las suculentas son plantas que están compuestas cerca de un 80 % de agua y se
distinguen por sus hojas, tallos o raíces carnosas. Estas plantas pueden crecer en casi cualquier sitio (interior o exterior) y las hacen una opción excepcional en la naturación de interiores que tienen poco espacio. Además de ser plantas que requieren poco mantenimiento y existe una diversidad en formas, colores así como en tamaños.
A continuación te vamos a decir 7 consejos muy útiles para tener unas suculentas sanas y bellas:
1- Coloca tu suculenta en un espacio con iluminación.
Si deseas tener suculentas en tu hogar, debes colocarlas en espacios donde exista buena luz o se encuentren expuestas a sol directo en un tiempo reducido. Por lo general requieren entre 4 a 8 horas de luz diaria. Sin embargo, hay especies que no se recomienda colocar a sol directo y menos en verano, ya que para mantener una correcta hidratación necesitan guardar sus reservas de agua y la exposición a sol directo las deshidrata. Además, ciertas especies que han sido expuestas a muchas horas de sol directo, llegan a presentar un color rojizo en el contorno de las hojas. Siendo esto, un signo de que se están quemando.
2- Realiza un sustrato ligero y con buen drenaje.
Es importante que él sustrato a utilizar, tenga buen drenaje y no permita que el agua se encharque en el contenedor. Un sustrato ideal para tus suculentas, es una mezcla de tierra negra en un 30% y agrolita o tezontle en un 70%.
3- Un riego abundante y escaso ayudará en su desarrollo óptimo.
En el caso de las suculentas, los riegos deben ser profundos y que el agua escurra por los orificios de la maceta, pero no deben ser constantes. Por lo cual, se debe volver a regar hasta que él sustrato este completamente seco. Además que, en los meses de temperaturas altas se pueden regar una vez a la semana, pero en tiempo de frio, es necesario reducir el riego a una vez al mes.
4- Fertiliza una o dos veces al año.
Para saber cuando abonar tus suculentas es necesario conocer el período de su desarrollo activo, ya que hay especies que en primavera comienzan su crecimiento y otras variedades en invierno. No se recomienda utilizar abonos con un alto porcentaje de N (Nitrógeno), ya que acelera el crecimiento de la suculenta, pero la vuelve más vulnerable a plagas. Si utilizas un fertilizante líquido (ej. té de plátano), procura diluirlo con el doble de agua de lo que indican las instrucciones.
5- Revisa si hay presencia de plagas.
Entre las plagas más comunes que se pueden encontrar en las suculentas están los pulgones, cochinilla algodonosa y arañita roja. Los cuales se alimentan de la savia de la planta, ocasionando que se enferme o en el peor de los casos muera. Algunos biopreparados que puedes utilizar para su control son jabón potásico y aceite de neem.
Toma en cuenta estás recomendaciones y podrás mantener tus suculentas sanas y libres de plagas o enfermedades.
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